Jerusha Abbott vive en el asilo John Grier en EE UU a principios del siglo XIX, es huérfana y adopta un nuevo nombre, Judy, para contarnos su historia mediante cartas hasta constituir un Diario. Judy es un símbolo de las consecuencias de la llamada era industrial. “Papaíto Piernas Largas” es una novela donde la narradora desde una situación marginal logra salir gracias a un protector desconocido para ella. De ese modo puede ingresar a la universidad y por su dedicación e inteligencia llega a ser escritora, a la vez que halla el amor. Sin querer hacer una traspolación, podemos relacionar su posición con la de tantos chicos sin recursos, que si se les ofrece una oportunidad podrían ocupar un lugar propicio en la sociedad actual. Judy defiende desde su género un lugar de dignidad, sin resentimientos y a través de sus cartas asistimos cierta idealización de estética novelística que refleja el estado de una época que puede universalizarse, donde los valores humanos positivos triunfan sobre las desdichas.