En el cansancio de andar sis parar, encontré una oportunidad de explorar sensaciones distintas, a lo que le llamamos emociones puras que abrían mágicos caminos, que nos llevaban a un cambio de escenario y de personajes. Es como si hubiera un gran techo que nos limitaba, lo corrí y en ese espacio pude dibujar con la mente el rostro del universo...